Capítulo VII - Los niños de Morelia
Fecha: 05 Ene 2017
Desde el inicio de la guerra civil, México ayudó de diversas
maneras al gobierno de la República española. Una de ellas fue acogiendo a los
que se llamaron "Niños de Morelia". El entonces Presidente del país,
General Lázaro Cárdenas y su esposa Amalia mostraron desde el primer momento un
vivo cariño e interés por los 451 niños que viajaron en el Mexique desde
Burdeos hasta Veracruz, donde desembarcaron el 7 de junio de 1937. Al día
siguiente llegaron a ciudad de México, siendo alojados en la Escuela
"Hijos del Ejército" nº 2. El 10 de junio una multitud de personas
les daban la bienvenida en Morelia, en el estado de Michoacán.
Se les alojó en dos antiguos seminarios, ahora transformados
en colegios para niños y niñas con el nombre de Escuela Industrial
"España-México". Aquí es donde los niños empezaron a extrañar
verdaderamente a los padres y hermanos que habían dejado en España. Las niñas
de mayor edad trataron de suplir estas carencias en los más pequeños.
El primer director de la Escuela fue Lamberto Moreno que fue
destituido tras la muerte accidental del niño Francisco Nebot Satorres. Le
sucedió Roberto Reyes Pérez. Otros niños también murieron por accidente o
enfermedad y varios se escaparon de la Escuela al no poder adaptarse al régimen
que había allí. El Presidente Lázaro Cárdenas veía regularmente a los niños y
estos hacían visitas a la ciudad de México en periodos vacacionales. Algunos
niños se fueron a vivir con familiares o con antiguos residentes de la colonia
española en México, otros fueron llevados a escuelas en ciudad de México.
En 1940 terminó el sexenio de gobierno del General Lázaro
Cárdenas. En la Escuela el nuevo director fue Diego Hernández Topete. A partir
de este momento el apoyo oficial empezó a disminuir. Con la ayuda de la antigua
colonia de españoles, un grupo de niñas fueron llevadas al orfanato Divino
Pastor en Mixcoax y otro, al convento de las Madres Trinitarias en Puebla. En
diciembre de 1943 concluyeron para los "Niños de Morelia" las
actividades en la Escuela y los que quedaban en ella fueron repartidos en
varias Casas-Hogares en ciudad de México.
Algunos de estos jóvenes regresaron a España, pero el resto
se quedó definitivamente en México donde formaron una familia. Aunque la
mayoría de estos niños conservaron un sentimiento de gratitud hacia el General
Lázaro Cárdenas, el pueblo mexicano y los españoles allí residentes, el deseo
unánime de todos ha sido y es "¡Qué no haya más Niños de Morelia!".